Los músculos generadores de movimiento
Ni los huesos ni las articulaciones tienen la capacidad de ejercer la fuerza necesaria para el movimiento; esta función queda a cargo de otro componente del sistema locomotor los músculos.
En general, los músculos se unen a los huesos a través de los tendones (tejido conjuntivo); uno de sus extremos se inserta en el hueso fijo (punto de apoyo), y el otro, en el hueso que se desplaza.
Si bien los movimientos más importantes son los relacionados con la locomoción, ejecutados por la musculatura asociada al esqueleto, éstos son también imprescindibles en otras actividades, tales como el bombeo de la sangre por parte del músculo cardíaco, o la progresión de la comida por el tubo digestivo, de la que se encarga la musculatura lisa de las vísceras.
De acuerdo con su organización, con los órganos de que forman parte (ubicación) y con la función que cumplen, se reconocen los siguientes tipos musculares: